
Sin embargo, existen excepciones como The Game que, aunque reúne todos las caracteristicas antes descriptas, la vi aproximadamente cinco veces, hechando por tierra toda regla cinematográfica que yo, o cualquiera, pueda llegar a esgrimir en menosprecio del gusto personal.
Dejando atrás esta contradictoria introducción, les paso a desmenuzar las cualidades que permiten que este filme sea uno de mis favoritos en el género.En primer lugar encontramos un guión muy inteligente y sin fisuras que despliega todas sus virtudes gracias a un director como David Fincher (Pecados capitales - El club de la pelea), acostumbrado a crear climas y atmósferas asfixiantes que mantienen la tensión del filme hasta la escena final.Por otro lado nos encontramos ante actuaciones inspiradisimas de todo el reparto, sobresaliendo obviamente la de Sean Penn y Michael Douglas, este último cargando con el peso de la película sobre sus hombros y demostrando que es uno de los grandes de Hollywood. La frutilla del postre viene de la mano de un final sorprendente que causará regocijo y decepción en partes iguales, pero que seguramente quedará grabado en las retinas para siempre.
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