Esta película mexicana es sin lugar a dudas una de las que más me impactó en los últimos años, porque cumple a la perfección con los requisitos que particularmente me emocionan y deslumbran, como ser el drama cotidiano en el que estamos inmersos, el lado oscuro que todos llevamos dentro, y especialmente, mi devilidad, aunque no menos importante, la originalidad con la que está contada y filmada la cinta.En este caso se trata de una película dividida en tres historias aparentemente sin relación que tiene como eje central el sufrimiento de cada uno de los protagonistas, y el frondoso camino que deberán transitar para alcanzar algún tipo de redención.
La cinta muestra con crudeza y realismo la violencia física y emocional en la que está sumergida la sociedad mexicana en todos los niveles socioeconómicos. La utilización del lenguaje urbano y la música nativa, como así tambien la fuerza de las imágenes, y las exelentes actuaciones, redondean una obra inolvidable que debería ser considerada como un faro en America Latina.
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